ELECCIONES GALLEGAS
Galicia precipita otro ciclo de estrés electoral en el que se la juegan Feijóo y la unidad de la izquierda
No hay tregua electoral en España. El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha pulsado el botón para que su comunidad vaya a las urnas el próximo 18 de febrero. Unos comicios que se presentan como trascendentales principalmente para la derecha después de haberse quedado sin La Moncloa y que el PP pretende utilizar como revancha también ante Pedro Sánchez.
Estos comicios serán el arranque de un año de alto voltaje electoral, en el que también se celebrarán las vascas (como máximo en julio) y las europeas (convocadas en España para el 9 de junio). El caldeado clima político se ve azuzado todavía más desde este jueves con esa convocatoria en Galicia que tendrá muchos tintes a nivel a nivel nacional.
Son las primeras elecciones gallegas en las que no se presenta como cabeza de cartel del PP Alberto Núñez Feijóo desde 2009, cuando logró su primera mayoría absoluta. Y eso supone un reto enorme para su sucesor, Alfonso Rueda, un político con un menor grado de conocimiento y carisma, que tiene como objetivo conservar la Xunta.
La gran prueba de Feijóo
Feijóo no es el cabeza de cartel, pero se va a implicar al máximo en la campaña de las gallegas. De hecho, tendrá hasta su propia caravana electoral, que se hará de manera paralela a la de Rueda (una fórmula que se experimentó con éxito durante las elecciones andaluzas que ganó Juanma Moreno). Asimismo, los populares piensan tirar de otra figura durante estos meses: Mariano Rajoy. Galicia tiene sus propias claves electorales y el PP allí siempre ha tirado de su lado más autonomista frente a los discursos del “España se rompe”. No sirven los códigos que practican en el PP en otras autonomías y el antisanchismo no se presenta como el principal atractivo de los populares. Las concentraciones frente a las sedes del PSOE en esta comunidad han sido una anécdota.
Los populares son conscientes de que necesitan mayoría absoluta sí o sí para conservar la Xunta en un escenario en el que Vox no les preocupa. No obstante, ese resultado no está cantado como piensan muchos en el PP y hay preocupación en algunos sectores del partido a no funcione la fórmula Rueda a pesar de la implicación directa de Feijóo. Asimismo, la figura del expresidente ha perdido ese aura de gran ganador y ha quedado tocada por no lograr su objetivo de saltar a Madrid y lograr el Palacio de La Moncloa. Pero a la vez los populares creen que tienen la ventaja de que la izquierda vuelve a presentarse enormemente dividida.
La derecha mira también en estos momentos a la irrupción en el panorama autonómico de Democracia Ourensana, que llega con la idea de acabar con la mayoría absoluta y condicionar a los populares. No obstante, en la formación de Gonzalo Pérez Jácome critican la fecha por coincidir con las arraigadas fiestas de carnaval. Una pérdida de la mayoría absoluta del Partido Popular en Galicia supondría un duro varapalo para el PP, pero especialmente para la figura de Alberto Núñez Feijóo, que es consciente de que las vascas no irán tampoco bien para los populares. Esto le dejaría en una situación muy complicada a nivel interno, con las europeas como tabla de salvación. Ese ciclo puede suponer el fin de su principal activo de ganar elecciones, aunque tiene la circunstancia también de que Juanma Moreno e Isabel Díaz Ayuso todavía no quieren pujar por encabezar la travesía en el desierto de la derecha en estos momentos.
El BNG confía en el efecto Pontón
El BNG se presenta a priori como la opción con más fuerzas para lograr la Xunta si suma la izquierda en virtud de su segunda posición ahora mismo en el Parlamento autonómico. Fuentes nacionalistas explican que esta vez sí hay pulsión de cambio en la comunidad y que se verá especialmente a partir de que pasen las fiestas navideñas. Aunque no lograron su objetivo en las elecciones generales, en el BNG interpretan que el 23 de julio se votó muy en clave nacional mientras que ahora se piensa de manera más autonómica. Las fuentes creen que su mayor fortaleza ahora mismo es su candidata, Ana Pontón, a la que consideran como la mejor posicionada entre los ciudadanos y como una marca también en sí misma que arrastrará muchos votos a las urnas.
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En el PSOE hay muchas esperanzas puestas en estas elecciones y creen que esta vez sí llevan a un buen candidato con José Ramón Gómez Besteiro, al que apoya personalmente Pedro Sánchez. Los socialistas mostrarán además ese absoluto respaldo al aspirante con la celebración de su conferencia política nacional en A Coruña los próximos 20 y 21 de enero. Fuentes de Ferraz analizan así la situación: “El PSOE y el PSdG estamos preparados y contábamos con este adelanto. Nuestras cifras indicaban que el PP perdía apoyos e iban a darse prisa en apretar el botón electoral. Hay un escenario posible catastrófico para el PP".
“Haremos una campaña con propuestas y proyectos sólidos para Galicia. Justo lo que le falta al PP al mando de la Xunta”, ponen de manifiesto en la dirección socialista. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reflexionó, durante una conversación informal con periodistas esta semana con motivo de la copa de Navidad en el Palacio de La Moncloa, que se da la paradoja en Galicia de que la gente quiere cambio pero no sabe si es posible. Por lo tanto, el jefe del Ejecutivo cree que actuar en la “conciencia electoral” y luchar contra la resignación. Para él, la clave está en romper con el “todo está hecho”.
La división de la izquierda es una de las preocupaciones para estos partidos. Un claro ejemplo fue el 23 de julio, donde las opciones progresistas en Galicia sumaron más del 50% de votos, pero esto no se tradujo en el número de escaños con el PP a la cabeza con 13 asientos en la Carrera de San Jerónimo frente a PSOE (7), Sumar (2) y BNG (1). Este adelanto electoral pilla con el pie cambiado al espacio a la izquierda de los socialistas, ya que Podemos y Sumar paralizaron sus negociaciones hace dos semanas por la marcha de los morados en Madrid al Grupo Mixto del Congreso. Estos dos partidos, además, no tienen todavía candidatos. Por lo tanto vuelven a protagonizar un esprint final para ver si unen fuerzas, aunque los de Yolanda Díaz ya han avisado de que ellos quieren ir con su propia marca a estos comicios.