28A | Elecciones generales
¡No pasaron!: España frena a la ultraderecha y da un mandato claro a Sánchez para formar gobierno
Pedro Sánchez ganó las elecciones generales con claridad y todo apunta a que podrá seguir en la Moncloa, aunque las negociaciones para ello no resultarán fáciles. Ese es el primer gran dato que dejan las urnas. El segundo es que los españoles se movilizaron de forma masiva para frenar a la ultraderecha. La participación llegó este 28 de abril al 75,7%, la mayor cifra desde 2004, cuando los españoles votaron bajo el trauma de los atentados terroristas de Madrid y con un Gobierno presidido por Aznar que los había intentado engañar sobre la autoría del ataque (aquel año la participación llegó al 77,2%).
A priori, con el 99,99% del voto escrutado, Sánchez tiene dos escenarios para ser investido presidente. El primero sería un pacto de los 123 diputados socialistas con los 42 de Unidas Podemos, los 6 del PNV y dos partidos autonomistas que obtuvieron un escaño cada uno (Compromís y Partido Regionalista de Cantabria), que sumarían en total 173 diputados. Son tres menos de la mayoría absoluta, situada en 176 actas, y Sánchez necesitaría en la segunda votación que se abstuviera al menos una de las tres formaciones independentistas que tendrán diputados en el Congreso (ERC, JxCat o EH Bildu).
El segundo escenario permitiría al PSOE formar gobierno con Ciudadanos –tendrían una mayoría absoluta de 180 diputados–, pero durante la campaña Sánchez aseguró que esa combinación no entraba en "sus planes" y Albert Rivera lo negó de forma absolutamente contundente. "Con Rivera no", le gritaban a Sánchez los militantes que se concentraron en Ferraz para celebrar la victoria socialista.
Unidas Podemos obtiene 42 actas, mejorando así las malas expectativas de la mayoría de los sondeos, aunque muy lejos de los 71 que obtuvo hace tres años. Y su grupo parlamentario pasa a ser el cuarto del Congreso, al ser superado por Ciudadanos. No obstante, Pablo Iglesias puede tener un papel relevante en la próxima legislatura, si logra entrar como desea en el Gobierno de Sánchez o al menos llegar a un pacto de legislatura para desarrollar políticas de izquierda.
El fracaso de las tres derechas
Lo que en todo caso dejaron claro las urnas es que no hay alternativa a Pedro Sánchez como presidente. Los socialistas obtienen 123 escaños, frente a los 85 que tenían en el actual Congreso. Si no logra la investidura, habrá que ir a nuevas elecciones, pero en ningún caso podrá gobernar el bloque de la derecha: PP, Ciudadanos, Vox y Navarra Suma obtienen 149 escaños. En los comicios de 2016, PP y Ciudadanos habían conseguido 169 actas. Es decir, el bloque de las tres derechas pierde 20 escaños en relación con los resultados de hace tres años.
Dentro de la derecha, el PP se mantiene como primera fuerza, pero por muy poco. El hundimiento de Pablo Casado es notable ya que reduce a más de la mitad los escaños que tenía su partido en el Congreso (pasa de 137 a 66). La dimensión del fracaso del PP lo da la comparación histórica: hasta ahora, su peor resultado eran los 107 diputados que consiguió en 1989. Ahora tiene 41 menos. La estrategia de radicalizar el discurso y acercarlo a Vox no sirvió para retener a los votantes más ultras y encima perdió a los moderados en favor de Albert Rivera.
Ciudadanos realizó una doble apuesta este 28A: echar a toda costa a Sánchez de la Moncloa y convertirse en la primera fuerza de la derecha. La primera apuesta se saldó con un fracaso absoluto, ya que la foto de Colón y el discurso nacionalista español sólo sirvió para reforzar a Sánchez y que la derecha en su conjunto retroceda. La segunda apuesta, en cambio, estuvo a punto de conseguirla: se quedó a sólo nueve diputados del PP (57 de Cs por 66 del PP).
La ultraderecha regresa al Congreso por primera vez desde 1979 y lo hace con mucha fuerza, al convertirse en el quinto grupo con 24 escaños. Pero las imágenes de campaña con plazas de toros y pabellones a reventar trasladaron una idea de fortaleza del partido de Santiago Abascal que no se reflejó en las urnas, al quedar claramente por detrás del PP y de Ciudadanos.
Otro de los grandes triunfadores de la noche es la ERC de Oriol Junqueras, en prisión preventiva por el juicio del procés. Obtiene 15 diputados y, por primera vez, gana unas elecciones en Cataluña. Dobla en número de actas a Junts per Catalunya (JxCat), que se queda en 7 escaños.
El Congreso se completa con 6 diputados del PNV, 4 de EH Bildu, 2 de Coalición Canaria, 1 de Compromís y 1 del Partido Regionalista de Cantabria. El Pacma, que cosechó 325.000 votos, se quedó fuera de la Cámara Baja.
La izquierda estatal también gana en votos
Antes de las elecciones, en partidos y medios de la derecha se insistía en la posibilidad de que teniendo más votos que la izquierda, la división del bloque de Colón le perjudicase a la hora del reparto de escaños. Pues bien, la izquierda se impuso, no sólo en diputados, sino también en número de votos. Aunque en este caso por la mínima.Los socialistas logran 7.480.755 papeletas (28,68% del total) y Unidas Podemos obtiene 3.732.929 sufragios (14,31%); en total, 11.213.684 votos que equivalen al 42,99% del total.
Por su parte, el bloque de Colón obtuvo 11.169.796 votos y el 42,82% del total de papeletas, dividido de la siguiente forma: 4.356.023 el PP (16,70% del total), 4.136.600 Ciudadanos (15,86%) y 2.677.173 Vox (10,26%).
Si se tienen en cuenta las fuerzas de ámbito no estatal, sin embargo, habría más votantes de derecha. Aunque es cierto que el apoyo a las fuerzas nacionalistas no puede interpretarse simplemente en el eje izquierda-derecha, ya que al hacerlo así obliga por ejemplo a sumar en el mismo bloque a Vox y a JxCat. En todo caso, si consideramos izquierda a PSOE, Unidas Podemos, EH Bildu, Compromís, Front Republicá y BNG, lograron en total 11.852.093 papeletas. Por su parte, si entendemos como derecha a PP, Cs, Vox, JxCAT, PNV, Navarra Suma y Coalición Canaria, consiguieron 12.306.381 votos.
El mensaje de Cataluña
Los electores catalanes aprovecharon el 28A para mandar un mensaje contundente. Primero por la participación, que superó el 77%, 14 puntos porcentuales más que en los comicios de hace tres años. Y luego porque premiaron, en ambos campos políticos, a las fuerzas más moderadas.
Entre los independentistas, el discurso de Junqueras se impone con claridad al rupturismo del huido Carles Puigdemont, que deja en 7 diputados el espacio que en su día ocupó CiU y después el PDeCAT. No obstante, JxCat resiste mejor de lo que preveían los sondeos, al perder sólo un escaño respecto a las últimas generales.
Entre las formaciones no soberanistas, los socialistas catalanes pasan de 7 a 12 escaños, y se convierten en el segundo partido con mayor respaldo en Cataluña. En Comú Podem hace el camino inverso a los socialistas y reduce su representación de 12 a 7 actas, pasando de primera a tercera fuerza.
Los tres partidos que se presentaron a las elecciones prometiendo una aplicación inmediata e indefinida del artículo 155 se quedan en total en 7 escaños (5 de Ciudadanos, 1 del PP y 1 de Vox), de un total de 48 escaños. Es decir, el trío de Colón obtiene el 14,5% de los escaños en Cataluña. Hace tres años tenían 11 de 47, es decir, el 23,4% del total (6 al PP y 5 Cs, que pese a la candidatura de Inés Arrimadas por Barcelona no ganó ni un sólo diputado respecto a 2016).
El discurso radical y antifeminista de Cayetana Álvarez de Toledo sale especialmente damnificado. La dirigente casi convierte al PP en extraparlamentario en Cataluña: lo dejó reducido a un escaño y 200.209 votos, cuando hace tres años había obtenido seis diputados y casi 465.000 votos. Así que el PP catalán tendrá en Madrid un sólo representante: la propia Álvarez de Toledo.
La derecha españolista desaparece de Euskadi
Las fuerzas nacionalistas también se han impuesto con claridad en Euskadi. De hecho, por primera vez desde la recuperación de la democracia, la derecha españolista no obtiene representación. Ni PP, ni Ciudadanos ni Vox lograron conseguir ni un sólo escaño. En los comicios de 2016, el PP había obtenido 2 actas. La desaparición del PP hace que no obtenga escaño Javier Maroto, vicesecretario de Organización de los conservadores.
El partido más votado fue el PNV, que gana un escaño y tendrá 6 actas en el Congreso. Aunque la formación que más crece es EH Bildu, al subir de 2 a 4 diputados.
Podemos pierde la primera plaza que había obtenido en 2015 y 2016, y ve reducida su representación de 6 a 4 escaños. Los socialistas vascos también obtienen 4 diputados, aunque en votos quedan por delante de la formación morada.
Sánchez queda mejor que Díaz en Andalucía
También tienen especial relevancia los resultados en Andalucía, donde Pedro Sánchez se mejora con claridad los obtenidos por Susana Díaz hace cinco meses. Aunque se trate de comicios diferentes, el PSOE obtuvo en las autonómicas del pasado diciembre el 27,9% de los votos, mientras que este domingo en las generales subió ese porcentaje hasta el 34,2%. De los 61 escaños que se repartieron en Andalucía, los socialistas se quedaron con 24, cuatro más que hace tres años.
Si se tiene en cuenta que Podemos consiguió 9 escaños, las fuerzas de izquierda obtienen más de la mitad de las actas. La formación de Pablo Iglesias reduce su representación en dos diputados.
Aunque Cs y PP empatan a escaños, el partido de Rivera logra en las generales el sorpasso al PP en número de votossorpasso, que no logró en las autonómicas. Cs obtiene casi 24.000 sufragios más que el PP en la comunidad andaluza.
Vox logra 6 diputados en Andalucía, lo que supone el 25% de los logrados en toda España. Y sigue creciendo en porcentaje: si en las autonómicas apoyaron a la extrema derecha el 10,9% de los votantes (395.978), ese porcentaje crece ahora hasta el 13,3% (más de 610.000 papeletas).
Cs da el 'sorpasso' al PP en Madrid
Además de en Andalucía, Ciudadanos también quedó por delante del PP en Madrid, Cataluña, Aragón e Illes Balears. Especialmente llamativo es el resultado en la comunidad madrileña, donde Cs consiguió 8 escaños, el PP 7 y Vox 5. La candidatura encabezada por Mariano Rajoy en 2016 había obtenido 15 actas, que ahora quedan reducidas a menos de la mitad.
La división de la derecha en tres permite al PSOE ser la fuerza más votada también en Madrid, con 11 escaños y el 27,2% de las papeletas. Son cuatro diputados más que hace tres años.
Unidas Podemos mantiene en Madrid 6 de los 8 diputados que tenía en la actualidad y se convierte en la cuarta fuerza política, sólo por delante de Vox.
Si analizamos los resultados por bloques, la izquierda logra 17 diputados y la derecha consigue 20. En 2016, la diferencia era de 21 a 15 (la comunidad eligió un diputado más que hace tres años por el aumento de población).
Los socialistas arrasan en el Senado
El triunfo de los socialistas en el Congreso se completó con la victoria en la Cámara Alta. Con el 99,2% del escrutinio, el PSOE consigue 121 de los 208 escaños que se elegían en las urnas este 28A.
El resto de senadores se repartieron de la siguiente forma: 56 para el PP, 11 para ERC, 9 para el PNV, 4 para Ciudadanos, 3 para Navarra Suma, 2 para JxCAT, 1 para la Agrupación Socialista Gomera y 1 para EH Bildu.
Los nacionalistas catalanes envían a Madrid más diputados que nunca y la derecha española se queda por primera vez sin escaños en Euskadi
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La Cámara Alta tiene en total 266 senadores, ya que hay otros 58 que son designados por las Asambleas autonómicas, de acuerdo con su representación política y que en su mayoría se renovarán tras las elecciones del próximo 28 de mayo.
La mayoría absoluta del Senado está por tanto situada en 134 escaños, que los socialistas superarán con claridad en la próxima legislatura.
Los resultados a la Cámara Alta tenían especial relevancia en estas elecciones dado que los tres partidos del bloque de Colón habían prometido aplicar de forma inmediata e indefinida el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, algo que requiere la aprobación por mayoría absoluta en el Senado. Las urnas han sido rotundas: entre PP, Ciudadanos y Navarra Suma lograron 63 de los 208 escaños que se elegían. Vox no obtuvo ninguno. La mayoría absoluta para las tres derechas está más lejos que nunca. De hecho, los socialistas recuperaron este domingo el control del Senado tras 23 años en manos del PP.