Torturas
“No queremos torturadores en nuestra población”
"En Leganés tenemos a un torturador que está encausado por la justicia Argentina y estamos pidiendo que se vaya de aquí. No queremos a torturadores dentro de nuestra población". El que habla es José Cabello, nieto de dos asesinados por el franquismo. Y se refiere a Jesús González Reglero, comisario de Policía Nacional en la localidad madrileña de Leganés y acusado por una de las víctimas de torturas en el franquismo de haber participado en las vejaciones.
Como muchos otros, Cabello y sus dos hijos tienen a familiares enterrados en fosas comunes. Sus abuelos fueron víctimas de la dictadura franquista durante los años 1948 y 1949. Su hijo Raúl cuenta que en el pueblo de Obejo (Córdoba) fueron fusilados al amanecer "primero a uno y al año siguiente al otro, los llevaron a unas paredes que se encontraban cerca de su casa. Allí los mataron". José cuenta que su abuelo sigue en una fosa común a la que no tienen acceso y que seguirán luchando por esta causa que les permita "desenterrarlo y honrarlo".
José Cabello se unió a otros doscientos manifestantes que marcharon este domingo por las calles de Leganés para pedir que el comisario de esta localidad abandone su puesto. A juicio de los manifestantes Reglero fue "sicario de Franco y comisario con el rey Juan Carlos". Durante la protesta se escucharon cánticos del tipo: "¡Fosas comunes, heridas abiertas!" o "¡Comisario Reglero, del franquismo es heredero!"
"El actual comisario de Leganés había pertenecido a la Brigada político-social y el hecho de que este represor franquista esté a cargo de una comisaria no es propio de un sistema democrático", denunció José María Pedreño, presidente de la Federación Estatal del Foro por la Memoria en la Comunidad de Madrid, quien estableció una comparación de la situación que se vive hoy en este municipio del sur de la capital. "Es como si un miembro de la Gestapo fuera jefe de una comisaría en Berlín. Este es el caso de Reglero, un señor que iba a buscar a demócratas por la noche a sus casas para llevarlos a la dirección de seguridad para torturarlos", agregó.
El Consejo de Ministros decidió en su reunión de este viernes continuar con la tramitación del expediente de extradición a Argentina de Juan Antonio González Pacheco, alias 'Billy el Niño', y Jesús Muñecas Aguilar, exaltos cargos de las fuerzas de seguridad durante el franquismo. Ambos están acusados de torturas por la jueza María Servini de Cubría, que está instruyendo la llamada 'querella argentina' sobre los crímenes cometidos durante la dictadura. A pesar de que no figuraba como imputado en el caso, el nombre de Jesús González Reglero aparecía en un testimonio de una de las víctimas, que le acusaba de supuestas torturas contra él mientras se encontraba detenido.
"Que sea la justicia Argentina la que esté avanzando este proceso es una vergüenza para el Estado y demuestra el bajo perfil de la democracia española", criticó Pedreño.
Uno de los abogados que están ejerciendo la acusación en la querella argentina, Carlos Slepoy, aseguró el pasado septiembre a infoLibre que, pese a que el nombre de Reglero no se ha incluido entre los imputados en este primer auto, las víctimas están preparando junto a sus letrados una nueva lista donde sí se pedirá su imputación.
Un compañero de Billy el Niño en la comisaría de Leganés
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"Lo que esperamos es que, en cualquier causa que se pueda abrir aquí como la que está abierta en Argentina, se establezaca una verdad judicial que elimine para siempre cualquier posibilidad de negación, como en el juicio de Nuremberg del nazismo", añadió Jesús Rodríguez, de la asociación La Comuna de represaliados del franquismo tardío.
Al final de la protesta se leyó un manifiesto que pedía el cese de Reglero porque, a juicio de los manifestantes, "no se puede tolerar que miembros activos del aparato represivo y torturador del régimen franquista ocupen cargos de responsabilidad relacionados con el cumplimiento y el respeto a los derechos y libertades fundamentales".
"Quiero dejar bien claro que nosotros no actuamos con sentimiento de revancha de odio. Lo único que queremos es que se establezca una verdad judicial que no pueda ser negada en el futuro", concluyó Rodríguez.