Entrevista con la Secretaria de Estado de Migraciones

Pilar Cancela: “No hay más solución para el traslado de menores no acompañados que la reforma de la ley”

Pilar Cancela, secretaria de Estado de Migraciones.

A Pilar Cancela (Stuttgart, 1967) se le nota que ha sido responsable de Cooperación antes que secretaria de Estado de Migraciones. Su discurso en esta materia está lleno de referencias a los derechos humanos. Pero también se percibe su experiencia como dirigente del PSOE, primero en Galicia y ahora en la Ejecutiva de Pedro Sánchez: no rehúye la polémica con el PP a cuenta del discurso de Alberto Núñez Feijóo sobre el incremento sin precedentes de la llegada de personas que huyen de la pobreza y la violencia en África subsahariana.

Durante la entrevista, no solo niega el acuerdo para resolver la crisis de los menores en Canarias del que habló Miguel Tellado este martes en el Congreso, sino que sugiere la existencia de diferencias internas en el PP que podrían acabar obligando a este partido a cambiar de postura y facilitar la reforma de la ley para permitir el traslado a la Península de menores migrantes no acompañados.

“Yo espero que el Partido Popular se dé cuenta y reflexione. Porque ellos están gobernando muchas comunidades autónomas. Y la cuestión migratoria no va a afectar a una sola comunidad. Andalucía está recibiendo flujos migratorios y Baleares está en una ruta que se está intensificando de manera exponencial. No hay otra solución que la reforma de la ley”, afirma con rotundidad.

El Gobierno canario les acusa de dejación de funciones. ¿Qué está pasando? ¿Les están echando un pulso político?

Es un poco sorprendente, ¿no? Sorprende el discurso. Pero tenemos que darle la vuelta, en el sentido de que el Gobierno de España, si ha demostrado algo desde que estamos gobernando con el presidente Pedro Sánchez a la cabeza, ha sido un planteamiento de solidaridad y de colaboración institucional en todos los sentidos con Canarias. De hecho, hasta ahora, las relaciones han sido cordiales, fluidas, de trabajo permanente y de coordinación administrativa. Es lo que siempre hemos percibido.

En lo que se suele llamar la migración de adultos, el Gobierno de España tiene dispositivos de acogida y de estancia allí. Por tanto, no se depende tanto de los recursos que tenga la comunidad autónoma. Pero el tema de los menores es una cuestión distinta: ahí la comunidad autónoma debe tener recursos propios para acogerlos, tratarlos y atenderlos, sobre todo porque hay un interés preferente, que es el interés del menor.

Cuando hay un incremento, como está ocurriendo ahora, de flujos migratorios y un desajuste porque el Gobierno canario no tiene la capacidad para acoger a ese número de menores, se plantea que es necesario y urgente encontrar una solución para la situación que vive Canarias en cuanto a los menores no acompañados.

¿Se refiere a la reforma de la Ley de Extranjería?

Ahí es donde se plantea la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería: seguir el mismo procedimiento que se sigue para el resto del ámbito de la migración, que son las derivaciones a la Península. Y ahí es cuando surge la distorsión, cuando el Partido Popular no apoya este planteamiento. El Partido Popular que está apoyando al Gobierno de Canarias.

Cuando esa propuesta cae, se produce un vacío en la respuesta y una situación de crisis. Por eso sorprende un poco que la reacción del Gobierno de Canarias sea hacia el Gobierno de España, que es el que sí ha puesto un planteamiento sobre la mesa.

Nosotros planteamos que debemos seguir dialogando, no vamos a dejar sola a Canarias

Nosotros planteamos que debemos seguir dialogando. No vamos a dejar sola a Canarias. Seguiremos intentando buscar soluciones, que tienen que ser urgentes.

Alguien tiene que hacerse cargo…

El ámbito competencial en el tema de menores corresponde a las comunidades autónomas. Nosotros no desatendemos en absoluto. Lo que debemos hacer es buscar un espacio de coordinación y colaboración donde el Gobierno de Canarias también tiene que entender que el enemigo no es el Gobierno de España.

Canarias dice que no acogerá a más.

Hay que preguntarle al presidente Clavijo el porqué de ese cambio de posicionamiento.

Estoy seguro de que el Gobierno tiene una teoría…

El presidente de España ha estado en Canarias hace muy poco y ha habido cordialidad institucional; en ningún momento se ha planteado esta situación. Seguramente habrá alguna razón, que esperemos que nos expliquen. Lo que no es positivo es esta reacción, porque no da una solución. Y creo que, por responsabilidad institucional, estamos para dar soluciones, no para echar pulsos que no nos llevan a ningún lado. Porque al final nos vamos a tener que entender.

Las huidas hacia adelante, cuando además estamos hablando de niños en situación de vulnerabilidad, lo que piden es responsabilidad. El interés del menor debe estar por encima de cualquier otro interés partidario.

El PP lo ha revelado, y el Gobierno lo ha confirmado, que han estado negociando también con el Gobierno de Canarias para tratar de encontrar una solución. Y dicen que había un acuerdo en firme, que ustedes no cumplen para hacerse cargo de los menores cuando los centros de acogida canarios se vean desbordados. ¿Es verdad?

Eso no es cierto. Fue el Gobierno canario el que dijo: “Oiga, tengo aquí a 6.000 niños y niñas no acompañados, no soy capaz de asumir esta gestión con mis recursos propios, necesito ayuda”. Y es ahí cuando se plantea la solución.

¿Se refiere, de nuevo, a la reforma de la Ley de Extranjería, para hacer posibles los traslados a la Península?

Es un diálogo que viene de hace tiempo, no es algo improvisado. El Gobierno de España siempre ha sido dialogante. Lo que no se entiende es esta reacción, porque no ha habido conflicto ni confrontación, ni ha existido ningún tema institucional o actuación por parte del Gobierno de España que provoque una reacción semejante. Aquí lo único que ha habido ha sido el Partido Popular, que se ha negado a apoyar. Creo que las explicaciones deberían darse en otra parte.

Nosotros somos un Gobierno absolutamente transparente. No hemos ocultado nada, no hay ningún acuerdo oculto. Todo se ha hecho en las conferencias sectoriales. Y se ha hablado, además, a nivel bilateral entre los dos máximos representantes: el presidente del Gobierno de Canarias y el presidente del Gobierno de España. ¿Qué subterfugio hay ahí oculto? Ninguno.

¿El Gobierno de Canarias no ha propuesto que el Gobierno de España se haga cargo de los menores cuando los centros superen un límite de capacidad?

Hay un diálogo permanente en el que se han propuesto una serie de criterios objetivos. ¿Cuáles eran? Que cuando hubiese un determinado número de niños que, de acuerdo con el volumen de la población, sobrepase la cifra X, unas circunstancias objetivas, la comunidad autónoma, sea Canarias, sea Ceuta, Melilla, o cualquier otra comunidad de España que pueda verse en la misma situación, tuviese derecho a plantear la aplicación de esta medida excepcional diciendo: “Oiga, Gobierno de España, necesito ayuda porque estoy superando mis límites de gestión y capacidad”.

Esto es lo que intentaron con la reforma de la ley, pero ya no estamos en esa fase.

Pero es que esa es la solución, no hay otra.

Pues alguien tendrá que hacer algo. Hay 6.000 niños hacinados en centros en Canarias y todo indica que pronto serán muchos más.

Las comunidades autónomas suelen ser muy celosas de sus competencias. No es el primer ejemplo que tenemos de recurrir a alguna norma de ámbito estatal porque se entiende que se invade alguna competencia autonómica. Y en este caso concreto, la competencia en el ámbito de menores es de la comunidad. Por tanto, la única manera que tenía el Gobierno de España de asumir esa parte de responsabilidad en la acogida de menores, que es competencia de una comunidad, era modificando la Ley de Extranjería. Porque eso es lo que nos permitía actuar respetando también las competencias de las demás comunidades.

Cualquier otra comunidad podía decirnos: “Oiga, perdone, Gobierno de España, se está extralimitando en su competencia”. Por eso hemos sido tan escrupulosos y meticulosos en buscar una solución que tiene que venir al amparo de una norma con rango de ley. Porque si no, nos estaríamos extralimitando en nuestro ámbito competencial.

Espero que el PP reflexione, porque ellos están gobernando muchas comunidades y la cuestión migratoria no afectará solo a una

Sostiene, entonces, que no están haciendo dejación de responsabilidad, como dice el Gobierno canario.

No es una dejación de responsabilidad o que no quiero participar en esta solución: sí quiero. Es más, soy yo quien propone la solución que le conviene a Canarias, al resto de comunidades y donde no estoy invadiendo la competencia de nadie, porque lo consensuamos. Por eso la solución es esta. No hay otra. Porque no podemos asumir una competencia que no es de ámbito estatal sin que alguien nos acuse de hacerlo.

Parece difícil de resolver, entonces.

Creo que al final nos pondremos de acuerdo y la solución tiene que venir por ahí. Y espero que el Partido Popular se dé cuenta y reflexione. Porque ellos están gobernando muchas comunidades y la cuestión migratoria no afectará solo a una. Andalucía está recibiendo flujos migratorios. Y, por ejemplo, Baleares está en una ruta que se está intensificando de manera exponencial. O Murcia. Está ocurriendo en Ceuta...

Pues no veo al PP cambiando de posición…

Bueno, pero creo que también es importante identificar dónde está el PP y que no es un capricho del Gobierno de España plantear la vía de la reforma de la ley. Al contrario, es la que aporta seguridad jurídica y define claramente el ámbito competencial de cada quien. Porque lo que no vale es alegar invasión competencial para unas cosas y para otras no.

¿Habrá reuniones en los próximos días?

Sí, hay conversaciones en curso, evidentemente.

Le leo un titular de hoy: “El Gobierno alojará a 200 inmigrantes en un hotel de cuatro estrellas con spa y gimnasio en Tossa de Mar”. Tenemos un problema de desinformación también con el tema de la inmigración, y no sé si hay una manera de arreglarlo.

Una de las cuestiones que más daño está haciendo, y que alimenta el discurso de odio y xenofobia contra las personas migrantes, es que se sustenta sobre todo en bulos. El ruido no ayuda demasiado, porque genera odio y una serie de actitudes de rechazo que incluso algunas fuerzas políticas están utilizando en su discurso. Es tremendamente peligroso.

Los flujos migratorios no son una realidad que vaya a aminorar; van a persistir y se van a incrementar

Creo que, además, España no es esto. Estamos teniendo en este momento una llegada de flujos migratorios como no se había registrado en los últimos años. Es una evidencia, son datos objetivos. No es una realidad que vaya a aminorar; va a persistir y se va a incrementar, porque los flujos migratorios irregulares vienen fundamentalmente de África, de África subsahariana, África occidental, con una situación de inestabilidad. La población, mayoritariamente joven, muy joven, quiere buscar oportunidades de vida y se va a mover.

La movilidad va a seguir existiendo porque hay mucha inestabilidad en muchos países de África, con guerras, terrorismo, y cambio climático que incide directamente en su modo de vida, provocando el desplazamiento del ámbito rural hacia las ciudades.

Y no hay efecto llamada. Lo que ocurre es que España, en este momento, es un país que toman como referencia por su crecimiento económico, estabilidad y seguridad. Es un país atractivo para los movimientos migratorios. Eso es así y seguirá siendo así, ya sea como país de tránsito para acceder a otros países de la Unión Europea o como país de destino. Y nuestra capacidad, nuestro sistema de acogida y de ayuda humanitaria, evidentemente no es infinito.

¿No está faltando algo de didáctica para hacer entender las oportunidades que trae la llegada de migrantes, lo que aportan y lo que representan?

Tenemos que hacer más hincapié y explicar las cosas. Hay que redoblar los esfuerzos, sobre todo cuando el ruido es tan ensordecedor y cuando además los bulos se repiten constantemente, incluso desde organizaciones políticas. Creo que lo que debemos hacer, y de hecho lo estamos analizando, es lanzar una campaña potente desde el ámbito institucional para contrarrestar este tipo de discursos. Ahí debemos contar con los medios de comunicación para transmitir estos mensajes.

El Gobierno ha puesto en marcha mecanismos de migración circular para desincentivar el peligroso viaje en cayuco hasta Canarias, que atiende a los flujos de motivación económica. Pero la mayoría de los que emprenden la travesía son refugiados, sobre todo de Malí. No hay mecanismos para evitar que ellos se jueguen la vida.

Uno de los principios fundamentales es trabajar en los países de origen. Nuestra percepción de la migración es que sea regular, segura y ordenada, pero respetando los derechos humanos. Posiblemente no tengamos una perspectiva tan centrada en la seguridad como en otros países. Sin embargo, está claro que España, sola, no va a ser capaz de incidir de manera determinante en lo que ocurre en los países de origen. Tiene que haber un planteamiento global. Si la Unión Europea no se toma en serio y de manera prioritaria la situación que está viviendo África, será muy difícil revertir la crisis migratoria.

En relación con el tema de los refugiados, España siempre ha respondido en colaboración con Naciones Unidas, la OIM, y ACNUR. Pero está claro que esas son, como suele decirse, soluciones paliativas. El origen del problema está en otra parte.

Nosotros tenemos algunos programas específicos que estamos desarrollando para la promoción del empleo con refugiados. Lo hemos hecho con los refugiados ucranianos, lo estamos haciendo también con refugiados malienses y nicaragüenses. Son proyectos pequeños, es verdad, pero tenemos que pensar en cómo ser capaces de buscar posibilidades en sectores de actividad estratégicos en España que necesitan mano de obra. ¿Por qué no?

Lo cierto es que, mientras Grecia e Italia consiguen cerrar las rutas que les afectan, las que conducen a España no dejan de crecer. Nos gusten más o menos sus métodos, parecen estar funcionando.

En ese planteamiento discrepo, porque esos países que presumen de hacer controles y de impedir las llegadas están teniendo repuntes de llegadas exactamente igual que nosotros. Por tanto, es un resultado relativo. A lo mejor lo que nos está superando es la realidad de las cosas, y en este momento se están disparando los flujos migratorios desde África Occidental y Oriental.

En España no dejamos a nadie sin cobertura: esta es la diferencia con otros países. No tenemos un Lampedusa.

Es un trabajo de equilibrio, entre una perspectiva de seguridad y una perspectiva de derechos humanos. Al final, cuando llegan a España, nosotros no dejamos a nadie sin cobertura. Esta es la diferencia con otros países. Nosotros no tenemos un Lampedusa.

¿Las recetas del PP no ayudan?

La solución tampoco es lo que plantea el portavoz del Partido Popular, el señor Tellado: mandar a la Armada a dispararles con cañones, ni realizar deportaciones masivas. Me parece una barbaridad y un desconocimiento tan burdo… Quien lidera la oposición debería documentarse un poquito más: en España no se pueden hacer deportaciones masivas, ni en España ni en ningún lugar de Europa. Entre otras cosas, porque tenemos suscrito el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Las deportaciones que se hacen día a día deben llevarse a cabo a través de un procedimiento singular, fundamentado, justificado y amparado para garantizar la dignidad. E individualizado. También lo dice la Constitución en el artículo 10, por si se le ha olvidado.

No es posible hacer deportaciones masivas, pero eso no significa que las personas que solicitan asilo o protección internacional, una vez que se resuelve su expediente a través de un procedimiento reglado y se les deniega, no tengan que volver a su país. Y vuelven a su país, porque así está establecido. Lo que no vamos a hacer es ponernos a vender las deportaciones que hace España. Nos negamos a entrar en este tipo de discursos. Hasta ahora no conocemos cuáles son las propuestas de política migratoria del Partido Popular.

Pues es con ese PP con quien tienen que pactar la reforma de la Ley de Extranjería…

Hay que intentarlo. Y evidentemente, si no es posible llegar a esa solución, alguna habrá que buscar. Pero creo que también hay que poner a cada quien frente al espejo y asumir responsabilidades, sobre todo cuando dices “no”.

Nosotros estamos haciendo derivaciones a toda la Península y hay muchas comunidades del PP donde se está acogiendo. Ahora mismo, Baleares tiene una situación complicada; Murcia tiene una situación complicada; Ceuta tiene una situación complicada. Pero si todos colaboramos y ayudamos en lo que podamos, todo es mucho más fácil. En este momento hay una contraposición entre lo que dice el PP a nivel nacional y lo que ocurre en muchos territorios en el día a día. ¿De qué Partido Popular estamos hablando entonces? Aquí, a quien hay que poner en el foco y a quien hay que preguntarle es al PP. Sobre todo, ¿cuál es la alternativa?

Una propuesta de Feijóo es exigir a quien quiera venir que firme una carta prometiendo cumplir las leyes españolas.

Es una barbaridad. No solo es una vulneración de los derechos humanos y de la dignidad humana, sino también de la privacidad, de la individualidad, de la libertad de pensamiento, de la libertad de creencia, de la libertad de expresión… Es muy preocupante. Se están posicionando tanto en el ámbito de Vox que creo que se están desdibujando como partido de Estado.

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