Andalucía

Un sindicato combativo asediado por multas y condenas

El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) combina dos actividades frecuentes. Una es voluntaria: la lucha. O "las luchas", como dicen sus dirigentes, en un plural épico que intenta dar idea de persistencia y de historia. La otra es obligada: el paso por los juzgados. El sindicato está ahora en boca de todos por la afiliación al mismo de Andrés Bódalo, concejal del Ayuntamiento de Jaén y cabeza de lista de Podemos en la provincia en las últimas generales, que está a punto de entrar en prisión por atentado contra la autoridad en el contexto de una protesta pidiendo trabajo para los jornaleros en Jódar. Pero Bódalo no es el primero, ni probablemente será el último, con problemas legales por la actividad del SAT.

El SAT, fundado en 2007 a partir de la unión de varias organizaciones, entre ellas el aguerrido Sindicato de Obreros del Campo (SOC) el Foro Sindical Andaluz y Autonomía Obrera, suma un total de 313 sindicalistas investigados (antes imputados) en procesos penales. A ellos se añaden 28 condenados por delitos, en la mayoría de ocasiones vinculados a choques en protestas, manifestaciones, piquetes... Además hay 296 sancionados con faltas administrativas, siempre según los datos ofrecidos por el SAT.

En total, son 637 los sindicalistas con problemas legales por delitos o faltas. Las peticiones de cárcel que alcanzan los 313 imputados suman 416 años y 11 meses de prisión. Las condenas en firme, 18 años y 9 meses. Las peticiones de multa en los procesos penales llegan a 537.000 euros. Y las ya abonadas por los condenados, a 47.000. En cuanto a las sanciones administrativas, las multas abonadas son de 147.000 euros; y las pendientes, de 12.000.

Rodea el Congreso

Bódalo es el primer miembro del SAT que entra en prisión. Pero puede correr la misma suerte Francisco Molero, condenado a cinco años y una multa de 16.000 euros por atentado a la autoridad y lesiones en el contexto de la protesta llamada Rodea el Congreso de 2013. Molero, al igual que Bódalo, se declara inocente.

El propio líder del sindicato, el llamado "portavoz nacional", Óscar Reina, tiene ante sí un futuro muy incierto. "Me piden de 3 a 5 años por distintas acciones, como fueron las ocupaciones de la finca de las Turquillas, la expropiación de alimentos en Mercadona, y de material escolar en Carrefour", afirma Reina. Con 25 años, Reina sustituyó el pasado mes de octubre en el liderazgo del SAT al emblemático Diego Cañamero, de 60 años.

Asaltos a supermercados

Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo –alcalde de Marinaleda y líder del partido nacionalista de izquierdas CUT, aliado con IU– han sido la imagen histórica del SAT. Gordillo está ya en retirada, centrado en Marinaleda. Y Cañamero ha cedido el testigo a Reina, que está convencido de que el SAT, "por mucho acoso y persecución que sufra, sigue y seguirá en pie", según sus palabras. No obstante, el alejamiento del foco de Gordillo y Cañamero ha restado protagonismo mediático al sindicato, que tuvo su culmen con motivo de los asaltos a los supermercados en agosto de 2012, siendo el primero de ambos parlamentario andaluz de IU cuando la coalición gobernaba junto al PSOE en Andalucía.

Otras acciones sonadas del SAT han sido la manifestación en la finca del conde Cayetano Martínez de Irujo tras unas declaraciones despectivas de éste sobre la supuesta falta de voluntad de trabajo de los andaluces (Martínez se retractó); las ocupaciones de las fincas Somonte (propiedad de la Junta) y Las Turguillas (de Defensa); y las "expropiaciones" –según la terminología del SAT– de alimentos y material escolar para necesitados, caso de las familias ocupantes de la conocida como Corrala Utopía, en Sevilla, desalojada en 2014.

El "único liberado"

"El castigo de las condenas y las multas es duro para un sindicato de parados, que es lo que somos, porque hay muchos trabajadores que lo que están pidiendo es poder trabajar. Es complicado que la gente pueda pagar incluso las cuotas" de la organización, afirma Reina. El dirigente afirma que el SAT tiene "5.000 afiliados que pagan, y otros 5.000 que van pagando". Es decir, que pagan cuando pueden, y casi nunca pueden. A esa red el SAT suma más de 20.000 "militantes", que son gente que se suma a las luchas, protestas, manifestaciones, redes de colaboración y recogidas de alimentos, que el sindicato realiza con asiduidad. Alrededor del 25%-30% de los afiliados son mujeres, un número que no para de crecer, según Reina.

Reina afirma que es "el único liberado" del sindicato, y que gana 850 euros al mes. Tiene estudios de Bachillerato y ha trabajado "en lo que ha salido", poco y precario. Antes de líder del SAT fue concejal en su pueblo, Gilena (Sevilla), ahora gobernado por IU con el apoyo de Alternativa por Gilena, la agrupación de electores de la que él formó parte (dimitió al considerarlo incompatible con su cargo sindical). El SAT tiene su mayor fuerza en zonas rurales de las provincias de Sevilla y Cádiz, aunque su presencia no es desdeñable en ninguna provincia de Andalucía. Su actividad está fundamentalmente vinculada al campo, pero también tienen cierto empuje en comercio, construcción, enseñanza, hostelería y telemarketing. En Almería se han destacado en la defensa de los trabajadores inmigrantes.

Dos parlamentarias andaluzas

Andrés Bódalo: “No entraré en la cárcel voluntariamente. Que vengan a por mí”

Es un sindicato enormemente heterogéneo. El propio Reina rehúsa adscribirse a ninguna de las cuatro corrientes que –admite– existen en el SAT: cristianos de base, marxistas, nacionalistas y anarquistas. Reina puntualiza: "Las etiquetas dividen en un momento en que no nos podemos permitir divisiones, con una Andalucía subdesarrollada por culpa de unas políticas de paro y pobreza". Tradicionalmente vinculado a IU, ahora el SAT aparece más próximo a Podemos, aunque Reina subraya que el sindicato es independiente.

De los 15 diputados autonómicos de Podemos, dos son del SAT: Libertad Benítez (Cádiz) y María del Carmen García Bueno (Sevilla). Sus dos anteriores diputados, Juan Manuel Sánchez Gordillo y Álvaro García Mancheño, lo fueron por IU. De los dos líderes históricos, Cañamero y Gordillo, el primero se ha situado cerca de Podemos, mientras que Gordillo es fiel –siempre desde la crítica– a Izquierda Unida.

Reina, que acudió con la bandera del SAT a Logroño a recibir a Arnaldo Otegi a la salida de prisión, subraya que el sindicato no se queda en el "conflicto laboral", ya que también es "movimiento social". Insiste en su vocación de lucha contra la "injusticia" y la "represión", así como de dar voz a los que no tienen voz. Estos días los dirigentes y técnicos del SAT no ocultan ni su tristeza por Bódalo ni su voluntad de seguir ganando fuerza y dando que hablar.

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