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El 13F desbarata el plan de Moreno de ir a las urnas sin que el PP se presente como rehén de Vox

Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía (PP), y Manuel Gavira, portavoz parlamentario de Vox, en una reunión en octubre de 2021.

"Es importante evidentemente para mí porque soy el próximo en examinarme. ¡Por dios, sacad un buen resultado y que tengamos una mayoría suficiente! ¡Una mayoría suficiente! ¡Que lleguemos a las elecciones andaluzas con una mayoría suficiente!" (15 de enero).

"Estas elecciones no son cualquier cosa. Tampoco para mí, que voy después. Cuando uno va a una prueba, y está nerviosito perdido, y dice 'pasa tú delante, que a mí me da la risa'. [...]. Pero bueno, ya que [Alfonso Fernández Mañueco] va primero, lo importante es que vaya bien. A ver si me voy a encontrar yo con un susto el 13 de febrero. Hombre, por dios, ¡por compañerismo!, ¡me tenéis que ayudar también a mí!" (28 de enero).

Las dos intervenciones, en el tono distendido que a veces se permiten los dirigentes políticos en sus actos con la militancia, pero cargadas de significado político, son de Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía (PP), durante la campaña de Castilla y León. Moreno, que se presenta como el barón moderado del PP, más en línea con Alberto Núñez Feijoó o con el propio Mañueco que con Isabel Díaz Ayuso, reclamaba con esa "mayoría suficiente" un resultado que no presentara al PP como rehén de Vox.

La razón es sencilla. El líder del PP andaluz, que ha sacado tres presupuestos gracias a Vox, trata de presentarse en este último tramo de la legislatura como víctima de una "pinza" entre el partido de Santiago Abascal y el PSOE, situándose él mismo en el centro del tablero. De ahí que sea inconveniente que se abra el melón de una posible incorporación de Vox a gobiernos con el PP, lo cual descentra a su partido.

Pues bien, ya pasó el 13F. Y los resultados no han atendido los ruegos del líder andaluz del PP. Si el PSOE –como anticipa que hará– no facilita la investidura de Mañueco, el PP queda a merced de Vox, que ya reclama entrar en el Gobierno autonómico. El 13F desbarata así su pretensión de acudir a las urnas sin que se viera al PP en manos de Vox.

Mientras PSOE y Unidas Podemos se abalanzan sobre el presidente, tratando de castigar su implicación en la campaña castellanoleonesa y presentándolo como el siguiente en pasar por el peaje de Vox, desde el entorno de Moreno el mensaje es de calma. Lo que ha ocurrido en Castilla y León, afirman desde su equipo, no influye en los planes del presidente, que serán convocar las elecciones en junio, "si nos hacen la vida parlamentariamente imposible", o en octubre. Más tarde no, porque afectaría a los presupuestos de 2023, añaden. Eso sería casi acabar la legislatura, ya que las elecciones fueron el 2 de diciembre de 2018.

El "mejor mensaje" que puede dar Moreno es que "Andalucía es de primera, hace su propio camino y no se deja llevar por nadie", explican desde su entorno. Eso sí, no descartan que sea el propio Pedro Sánchez el que quiera hacer coincidir las elecciones generales con las andaluzas, dejan caer. El entorno de Moreno recalca que el presidente ya tuvo su "momento de oro" para convocar elecciones, en otoño del año pasado, disparado en las encuestas, con Cs mejor que ahora, el PSOE sin haber celebrado su congreso y Génova apoyando ese adelanto. Si no lo hizo entonces, recalcan, fue por respeto a su propia hoja de ruta, que ahora mantendrá.

¿Teme el presidente que una negociación o un gobierno con Vox en Castilla y León castigue su intento de hacerse con una imagen centrista en Andalucía? Eso es "futurismo", señalan. Está por ver, añaden, a qué acuerdo se llega finalmente. Y en cualquier caso le quitan importancia. Si Moreno se muestra firme ante Vox en Andalucía –analizan– será capaz de conservar su imagen de "presidente de todos", lo cual consideran su principal activo.

En la estela de Mañueco

La izquierda cree que esta imagen de calma presidencial es pose. De hecho, la resaca del 13F provocó este mismo lunes una paradoja. Dos partidos que han sufrido un retroceso en Castilla y León, PSOE y Unidas Podemos, salieron a la ofensiva contra Moreno, al que ven ahora retratado junto a Vox y con problemas para defender el guión de un PP moderado y centrista, más aún cuando Vox ya afirma que se ve en los sillones del Consejo de Gobierno.

Según el análisis de ambas formaciones de izquierdas, las elecciones en Castilla y León desvelan la realidad del PP, que una vez desmoronado Ciudadanos sólo puede contar con Vox, un partido de ultraderecha de la familia de Reagrupación Nacional de Marine Le Pen en Francia o del Fidesz de Viktor Orbán en Hungría. La supuesta moderación de Moreno, coinciden en PSOE y UP, es hoy menos creíble que el sábado.

En el PSOE andaluz cunde el convencimiento de que Moreno está "en problemas" por haber "ligado su destino" al de Mañueco. Una diputada del PSOE se muestra convencida de que "ha arriesgado demasiado" y cree que ha sido "un error" situarse en la estela del presidente de Castilla y León, porque sociológicamente se trata de una comunidad diferente de la andaluza. "En Andalucía hay una parálisis política total, no se ejecutan fondos europeos, no hay presupuesto... Y Moreno Bonilla se ausenta de un pleno extraordinario para irse de campaña a Salamanca. Se ha implicado demasiado y va a pagar un precio muy alto", señala esta diputada, que cree que, si Vox presenta a Macarena Olona como candidata, el PP no tendrá un rival desconocido como en Castilla y León, sino una figura de gran tirón mediático que le puede hacer aún más daño.

El "pasa tú delante que a mí me da la risa" de Moreno puede ser, según esta diputada, una de esas frases que calan en la opinión pública y asientan una idea: "Si Vox llega al Gobierno de Castilla y León llegará después al Gobierno de Andalucía". Desde el entorno del presidente quitan hierro a esa expresión de Moreno, que atribuyen al tono simpático que tan propicio resulta para los mítines.

Apelación del PSOE al votante de centro

Juan Espadas, candidato del PSOE, afirmó este martes que el PP forma ya "una coalición con la extrema derecha", a la que ve "sentada en la vicepresidencia" del Gobierno de Castilla y León. A su juicio, se abre "un escenario completamente diferente al vivido hasta ahora", que demuestra que "ese centro político que quiere vender Moreno Bonilla está hipotecado".

"En las elecciones en Andalucía los ciudadanos reaccionarán claramente a favor de un partido que sí ha defendido siempre el centro político y la izquierda política", afirmó Espadas, que acusó al PP de haber "engordado" y "blanqueado" a Vox hasta "confundirse" con el partido de Abascal. Espadas trata de seducir al votante moderado, una de sus fijaciones, con el argumento de que el centrista que se decante por Moreno se puede encontrar con Vox en la vicepresidencia.

Sin elecciones inmediatas

El PSOE y de UP coinciden en que el resultado de Castilla y León aleja la hipótesis de un adelanto electoral en Andalucía, aunque ni en público ni en privado dan nada por seguro. Tanto Toni Valero, líder de IU, como Martina Velarde, de Podemos, coincidieron este martes en señalar que el electorado había castigado al PP en Castilla y León por un adelanto electoral injustificado engordando a su principal adversario en el campo conservador, lo que desaconsejaría hacer lo mismo en Andalucía. Unidas Podemos aún no tiene candidato en Andalucía. Al menos sobre el papel, los resultados del domingo les dan algo de tiempo, porque hoy parece menos probable que el sábado que Moreno se apresure a convocar elecciones.

Alimentan la idea de un alargamiento de la legislatura el hecho de que los mensajes salidos del Gobierno andaluz en la resaca del 13F, tanto del PP como de Cs, enfrían la hipótesis electoral a corto plazo. Elías Bendodo, consejero de Presidencia (PP), señaló que su objetivo es que los comicios sean "a final de año". "Llevamos tres años rodando y lo vamos a seguir haciendo hasta que se agote la legislatura", afirmó. El mismo mensaje repiten desde el PP. El objetivo es "agotar la legislatura", afirma Loles López, secretaria general del partido. "Lo ideal", añadió Bendodo, sería repetir el gobierno con Ciudadanos.

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El problema para esa reedición es que no hay garantía de que Cs aguante en pie tras unos comicios. Ahora el partido naranja tiene 21 diputados, pero, ¿cuántos tendrá tras las elecciones andaluzas? En Madrid no le quedó ni uno. En Castilla y León, uno. En ambos casos, no ha rentabilizado gobernar junto al PP.

Juan Marín, candidato de Cs y vicepresidente de la Junta, trató este lunes de trazar una línea entre el desmoronamiento de su partido en toda España y su realidad en Andalucía. "Nada tiene que ver el electorado de Andalucía con el de Madrid o el de Castilla y León", afirmó. Su valoración se centró en criticar a Pablo Casado y Mañueco haber "entregado a la ultraderecha el Gobierno de Castilla y León", una lectura que provocó críticas incluso en sus propias filas, como esta del parlamentario Javier Pareja.

Vox insiste en su petición de adelanto electoral. Nada nuevo. Ya lo hacía antes del 13F. Pero ahora lo hace reforzado por el resultado del domingo. Su argumento fundamental es que Cs "no ofrece estabilidad". Aunque aún no tiene confirmado su candidato o candidata, el partido de ultraderecha urge a Moreno a terminar con la legislatura. Las elecciones en Castilla y León han demostrado que el partido puede obtener un buen resultado sin un candidato conocido. No obstante, Macarena Olona, una de sus dirigentes más conocidas, sigue alimentando la expectación sobre su posible candidatura.

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