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¿Por qué olvidaron a Virginia González Polo?

Jerónimo Martín de Bernardo Rodríguez

Desde hace varios años se está rescatando del olvido a muchas mujeres que, por su labor, merecen tener un lugar importante en la historia, aunque, lamentablemente, todavía queda una tarea considerable para que salgan a la luz figuras que tuvieron un papel protagonista en su época y han sido olvidadas.

Hace algo más de 101 años, el 15 de agosto de 1923, a los cincuenta años de edad, moría en Madrid la primera dirigente de un partido obrero, Virginia González Polo. Fue la primera mujer que perteneció al Comité Nacional del PSOE, en 1915, y a su Ejecutiva tres años después, también la primera en pertenecer al Comité Federal de UGT, en 1916 y, una vez producida la escisión entre socialistas y comunistas, en 1921, la única mujer que participó en la fundación del Partido Comunista Obrero Español y, meses más tarde, en la del definitivo Partido Comunista de España. Virginia fue la única mujer en el primer Comité Central del PCE. Con anterioridad, había fundado la primera Agrupación Socialista exclusivamente femenina, en Bilbao, en 1905. Amaro del Rosal diría de ella que hasta su muerte fue la dirigente femenina más prestigiosa del movimiento obrero.

A pesar de haber sido la primera dirigente obrera, la principal propagandista de las ideas socialistas por toda España en los inicios del siglo XX, hoy a la inmensa mayoría de afiliados al PSOE,  UGT o PCE, el nombre de Virginia González Polo no les dice nada, cuando por coherencia merecería un reconocimiento y un lugar destacado en sus agrupaciones. Pero ¿por qué está en el olvido? 

Virginia fue firme defensora de la Tercera Internacional o Internacional Comunista, y cuando el PSOE debatió su incorporación o no a la Internacional rusa, ella fue una de las tres personas que defendieron la postura tercerista en el Congreso extraordinario del PSOE, en 1921, que llevaría a la escisión comunista, en un Congreso muy tenso y dividido. A pesar de que había recorrido toda España dando mítines con la bandera del socialismo, en muchas ocasiones acompañada por el fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse, a partir de la escisión pasó a ser despreciada por los dirigentes socialistas del momento, hasta el punto de que no asistieran a su entierro dos años más tarde, a pesar de que los afiliados llevaron su féretro a la Casa del Pueblo de Madrid, para que fuera velada allí.

El olvido de Virginia González Polo es el olvido de las raíces de la mujer en lucha obrera

También en UGT pasó al olvido, aunque la escisión comunista no suponía una separación de sus miembros del sindicato, en este caso lo que motivó su alejamiento fueron las acusaciones contra ella en el violento Congreso de UGT de 1922, donde se produjo una fuerte discusión entre los delegados que defendían la Segunda y la Tercera Internacional, con un obrero fallecido por un disparo. A Virginia le acusaron de haber dado la orden de disparar, por lo que fue expulsada del sindicato, no era cierto, pero fue detenida y puesta en libertad provisional. 

La razón principal para su olvido en el Partido Comunista de España tiene que ver con su temprano fallecimiento. El partido solamente llevaba dos años constituido, estaba en plena organización cuando murió. Además, un mes después de su muerte se produjo el alzamiento de Primo de Rivera y la implantación de la Dictadura, que conllevó una persecución de los comunistas, la ilegalización del Partido y muchas detenciones. Los comunistas no pudieron celebrar ningún Congreso en España hasta 1932, aunque dos años antes celebraron una Conferencia clandestina en Bilbao, incorporándose al Comité Central, como Secretaria Femenina, Dolores Ibárruri “La Pasionaria”, en el mismo puesto que había ocupado Virginia en el primer Comité Central. El fuerte protagonismo de Pasionaria hizo olvidar a la fundadora del Partido, incluso se ha escrito que Dolores Ibárruri fue la primera dirigente del Partido Comunista, algo que no se corresponde con la realidad.

Es probable que si Virginia González Polo no hubiera fallecido tan joven, hoy no estaríamos hablando de su olvido. Haciendo un contrafactual, es probable que hubiera seguido en la dirección del Partido Comunista, lo que la podría haber llevado a la obtención de un escaño en el Parlamento de la República. El olvido de Virginia González Polo es el olvido de las raíces de la mujer en lucha obrera.

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Jerónimo Martín de Bernardo Rodríguez es socio de infoLibre.

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