Librepensadores
El bolso de Vuitton
Que, por lo visto, debe valer una pasta y que, en consecuencia, debe estar destinado en exclusiva para bolsillos de gran poder adquisitivo y nunca, incluso por principios vistos desde la altura de los adinerados de derechas, seguro, para pijos progres, rojos irredentos o basurilla colorada, izquierdosa y de mal vivir.
Como para que se nos impida imaginar siquiera que un bolso de Vuitton pueda llegar a merecer ser propiedad de alguien tintado de rojo.
Aunque todo sirva para enmierdar el espacio reservado al espacio público dedicado a que sirva de diana a las invectivas, bulos y maledicencias que, nacidas desde ciertos cuévanos de la derecha, acaben por zaherir a la izquierda, con visos de racionalidad, veracidad o proporcionalidad de muy mala saña. Qué más da si solo se trata de hacer el mayor daño posible.
Que se viera el otro día, en una reunión de Comisión parlamentaria, un bolso de Vuitton junto al asiento que ocupaba la ministra Irene Montero, pues leña al mono hasta que hable inglés, y más insidias contra quien haga falta, preferentemente si es de izquierdas.
Y así directamente se ataca a la “roja” podemita, la ministra Irene Montero, por haberse atrevido a adquirir un bolso megacaro, siendo como es y se le supone una izquierdosa talante de medio pelo, según los maledicentes “chivatos”, obligada la ministra, por “roja”, y por lo visto, a llevar una vida miserable, incluso aunque su bolsillo se lo permita, ganado su jornal, sin necesidad ni afición a robar, su buen o mal gusto que la anime o no a adquirir “lo que no debiera”, como para añadir desprestigio a la ministra “señalada” por “derrochona”.
Aunque luego resultara que el bolso no fuera a pertenecer a la citada ministra, sino al parecer a la ya exministra Carmen Calvo, por lo visto de una izquierda más relajada como para permitírsele tal despilfarro. Pero el daño y la estupidez ya había hecho su trabajo.
Aunque importe lo mismo lo uno que lo otro, el bulo, la mentira, le desinformación, con tal de denigrar y degradar la res pública, caiga quien caiga, empezando por la verdad.
Sabiendo muy bien desviar la atención. Mientras se aprestan a eliminar ya 21.000 plazas en sanitarios, porque ya sobran “los héroes y las heroínas esenciales”. Concretamente en Madrid serán 7.000.
Mientras y a la vez “se vende” un día y otra vez “la rebaja de impuestos”, aunque resulte que asciendan a 53.000 millones los no recaudados a los millonarios. De hecho de las “aireadas” rebajas fiscales, por cada 100 euros que se apliquen a los ricos solo supondrán 4 euros a los más humildes. Es lo que se llama “progresividad fiscal al revés”.
Aunque ya se sabe que el asunto que nos ocupa es el del bolso Vuitton visto a la vera de la ministra Irene Montero. Es lo que hay.
Una lección para los “zarrapastrosos” de la extrema izquierda porque de ella jamás será el reino de Jauja, ni siquiera en la figura de un bolso caro… que no sea suyo, tampoco.
Antonio García Gómez es socio de infoLibre