"Hay habitaciones que llegan a los 40º": las residencias de mayores afrontan un verano asfixiante sin medidas claras

Un usuario se asoma a la ventana en la residencia de mayores de Zorrozgoiti en Bilbao (Bizkaia).

Con la llegada del verano, residencias madrileñas como la de Peñuelas registran en sus habitaciones temperaturas que llegan a alcanzar los 40º. En Parque de los Frailes, en Moscatelares o en Mirasierra ocurre lo mismo. Y desde hace años. En Usera, por ejemplo, los residentes y sus familiares llevan quejándose del mal funcionamiento de la calefacción y del aire acondicionado desde el año 2008, pero hasta ahora nadie se había ocupado de tratar de solucionarlo. Lo ha denunciado, este año otra vez, la asociación Pladigmare, que ha criticado a través de una nota de prensa que llevan advirtiendo de estas situaciones "insoportables" desde el año 2017. "El desinterés de la Comunidad [de Madrid] resulta notorio", lamentan.

Este viernes, el sindicato Mats y Marea de Residencias se unían a la queja. "Mientras todo el mundo busca playas donde refrescarse, los familiares, trabajadores y residentes estamos atentos a las temperaturas que están soportando ya usuarios y trabajadores en las residencias", expresaban en un comunicado. "Exigimos los medios necesarios para evitar que las altas temperaturas aumenten el padecimiento y potencien las muertes silenciosas" en estos centros, añadían.

También en Madrid, la asociación El Defensor del Paciente ha llegado a pedir a la Fiscalía que investigue a la residencia de mayores privada de San Lorenzo de El Escorial Alba San Lorenzo por, supuestamente, no haber puesto el aire acondicionado durante la ola de calor que esta última semana ha azotado a toda España.

Sin embargo, las denuncias no se quedan sólo en la región gobernada por la conservadora Isabel Díaz Ayuso. "En Castilla y León estamos igual. Hay noches que los centros no bajan de temperaturas que superan por mucho los 20 grados, con días en los que se alcanzan los 40. Esto pasa, además, varios días seguidos", denuncia Ana Redondo, de la Asociación de Afectados por la Gestión en Residencias de Castilla y León.

"Los centros antiguos, que son la mayoría, no tienen aire acondicionado. En algunas zonas lo ponen, pero en otras no. Es más, hay algunas en las que hemos tomado las temperaturas y se llega a los 40 grados", coincide Feli García, de la Plataforma de Trabajadores y Familiares y Usuarios de Centros Socio Sanitarios de La Rioja.

"Yo conozco Sa Residéncia Colisée, que tiene un aire que en algunas zonas comunes funciona y en otras no, igual que en las habitaciones", añade Dulce Fernández, de Fadigma Ibiza.

Lo mismo pasa en Cataluña, donde María José Carcelén, de la Coordinadora 5+1, pide "aire en todos los espacios", no sólo en las zonas comunes. "El cambio climático obliga a adecuar los espacios", reclama. "No puede haber una habitación a 40 grados y un salón a 20", se queja.

En la Comunitat Valenciana, la organización ReCoVa también ha recibido quejas similares. "Todos los años tenemos los mismos problemas: cuando llega el verano empiezan las averías de los aparatos de aire", lamenta Ester Pascual, que añade que el problema es la falta de mantenimiento y de preocupación por el bienestar de los mayores. "Importan mucho menos de lo que deberían", dice.

Pone de ejemplos La Molineta de Petrer o La Saleta, ambas en la provincia de Alicante. "Se ha requerido por trabajadores, residentes y familiares de residentes la puesta en marcha del aire acondicionado en previsión de la anunciada ola de calor. Ante estos continuos requerimientos se ha manifestado por parte de la empresa que existen problemas técnicos con los aparatos instalados pero que están en proceso de solucionarlo. Mientras llega la solución, cada día los residentes y trabajadores principalmente, también los familiares en sus visitas, sufren las altas temperaturas", denuncian los familiares de esta última en una carta enviada a la plataforma.

Recomendaciones, nunca normas

Estas situaciones se producen principalmente por una causa que es, además, común en todas las comunidades: no hay normas claras de climatización en las residencias. Los planes autonómicos, según ha podido comprobar infoLibre, se basan en meras recomendaciones que, en ningún caso, obligan a los centros de mayores a tener, por ejemplo, temperaturas máximas o mínimas. Ni siquiera a disponer de una instalación de aire acondicionado.

Lo certifican desde la patronal. "Sólo hay recomendaciones. Tan sólo Asturias habla de temperaturas mínimas de 20º ó 21º. En el resto de España, nada. Tampoco hay establecida una obligatoriedad de colocar aire acondicionado", explican desde el Circulo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), que aclaran que toda esta normativa se aplica a los centros públicos, privados y concertados.

Desde la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid, indican que en abril de este año elaboraron un plan específico para afrontar el calor en las residencias de mayores que sí incluye medidas obligatorias. Sin embargo, en el documento, consultado por este periódico, el Ejecutivo autonómico tan sólo recomienda "encarecidamente" tener en cuenta los planes que ahí se incluyen, entre los que se encuentra la necesidad de crear "habitaciones o zonas frescas" que mantengan una temperatura inferior a los 26 grados.

Respecto a la instalación de aire acondicionado, tan sólo se contempla que puede llegar a ser una medida para lograr lo anterior. "Las zonas frescas se pueden habilitar proporcionando el sombreado adecuado en interiores y exteriores, ventilación, el uso de plantas de interior y exterior y, si es necesario, aire acondicionado", indica el documento. Fuentes del departamento, no obstante, afirman que "la inspección tiene dentro de sus funciones la toma de temperatura y control sistemático en los centros".

Castilla-La Mancha es la otra comunidad que a respuestas de infoLibre también habla de temperaturas concretas. Pero ocurre lo mismo: son sólo recomendadas. Así, desde su Consejería de Bienestar Social informan de que tienen un Plan Regional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud que se traslada a las residencias. "En las recomendaciones se habla de mantener una temperatura en los lugares de residencia que estén por debajo de los 32ºC durante el día y por debajo de los 24ºC durante la noche", indican.

En el resto de autonomías, ni recomendadas. La alusión a las temperaturas es ausente en los planes de Extremadura, que únicamente ha remitido a infoLibre un plan genérico contra el calor dedicado a toda la población.

En Navarra, según informa su Departamento de Derechos Sociales, su plan contra el calor contempla que las recomendaciones deben ser enviadas a las residencias, aunque no especifica la necesidad de encontrarse por debajo del umbral de ninguna temperatura concreta.

El pasado mes de abril, tras la llegada de las altas temperaturas, la Comunitat Valenciana activó su plan especial contra el calor para los centros de mayores, otro documento de recomendaciones como aumentar el consumo de frutas y verduras y evitar situaciones que puedan favorecer la deshidratación, lo mismo a lo que se limitan Mallorca, según informa el Consell, y Murcia que, informan desde su Consejería de Política Social, Familias e Igualdad, publicó un nuevo protocolo el pasado 8 de junio.

Plan del Ministerio y propuesta de Sumar

El plan de esta región es el más reciente y, además, el único elaborado después de que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 acordara con todas las autonomías una serie de medidas para crear un "escudo climático" que proteja a las residencias de mayores frente a "las cada vez más frecuentes olas de calor".

Sin embargo, ese "escudo" tampoco va más allá de las meras recomendaciones y en él tampoco se incluyen directrices sobre no alcanzar determinadas temperaturas o tener aire acondicionado. Entre las medidas, por ejemplo, se encuentra modificar los horarios de paseo, la vestimenta y garantizar una mayor hidratación, además de la "adecuación de las residencias para asegurar la disponibilidad de equipos e instalaciones para mantener las condiciones de climatización".

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En esta misma línea, la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar defendió esta semana la necesidad de climatizar de manera inmediata los centros de mayores y los colegios. "No debe y no puede morir nadie como consecuencia de la ola de calor", dijo el martes en una reunión mantenida con activistas climáticos, científicos y trabajadores afectados por las olas de calor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este miércoles de que este será un verano "inusualmente cálido" en toda Europa. El continente, dijo la institución, se ha estado calentando dos veces más rápido que la media mundial desde los años ochenta, haciendo que el calor extremo en los meses de verano se esté "convirtiendo en la norma, no en la excepción". El año pasado, recuerda la OMS, fallecieron 20.000 personas por las altas temperaturas en toda la región.

Y los mayores son los más vulnerables. Como explica la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, "las personas mayores tienen más riesgo de presentar deshidratación", un problema que, llevado al extremo, puede llegar provocar "un fracaso orgánico irreversible". Carmela Mañas, geriatra y coordinadora del grupo de trabajo de la SEGG Criterios de calidad asistencial en servicios sociosanitarios para personas mayores, explica además que la única manera que tiene el cuerpo de eliminar el calor es mediante el sudor, pero los mayores lo hacen menos. La experta pide, en este sentido, que las residencias identifiquen a las personas más vulnerables, puesto que tampoco es lo mismo la situación para quienes no son dependientes y pueden refrescarse e hidratarse frecuentemente. El umbral de los 26 grados que recomienda Madrid, a su juicio, es una temperatura ideal.

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