'Emilia Pérez' no para de sumar polémicas y premios: ¿es quizás la película más resistente de la historia?

La Academia de Hollywood abrió el pasado martes las urnas para que los más de 10.000 académicos y académicas voten por sus nominados favoritos para la 97 edición de los Premios Oscar, que se entregarán en la madrugada del 2 al 3 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles. El plazo de votaciones está abierto hasta el 18 de febrero y ahí está, claro que sí, Emilia Pérez como principal favorita a los galardones cinematográficos más importantes del mundo con sus nada menos que trece nominaciones, por delante de Wicked y The Brutalist con diez cada una.
Otro indicador del furor por Emilia Pérez es que no es en absoluto habitual que se dé esta doble circunstancia de estar nominada a Mejor Película Internacional al mismo tiempo que Mejor Película. Algo que este año ocurre también con la brasileña Aún estoy aquí, como comentaremos más adelante, lo cual convierte a ambas en la décima y undécima cinta en aspirar a la vez ambas distinciones. Con su cosecha de trece nominaciones, Emilia Pérez pasa también a ser la película de habla no inglesa con mayor cantidad de nominaciones de la historia, superando a Tigre y el dragón (2000) y Roma (2018).
Emilia Pérez, producción francesa (no mexicana), opta además a Mejor Dirección (Jacques Audiard), Mejor Actriz Principal (Karla Sofía Gascón), Mejor Actriz de Reparto (Zoe Saldaña), Mejor Guion Adaptado, Mejor Montaje, Mejor Fotografía, Mejor Banda Sonora, Mejor Canción (por partida doble también), Mejor Maquillaje y Peluquería y Mejor Sonido. Es una incógnita cuantas nominaciones terminarán convirtiéndose en premios teniendo en cuenta que estamos ante una de las producciones más controvertidas que se recuerdan en tiempos recientes, tanto por su contenido en sí mismo como por todo lo que la ha rodeado desde que apareciera en nuestras vidas el pasado mayo a ritmo de alocado y narcocorrido triunfando en el Festival de Cannes: Premio del Jurado, Mejor Actriz compartido por Karla Sofía Gascón, Selena Gomez, Zoe Saldaña y Adriana Paz, y Mejor Banda Sonora.
Desde entonces, la película ha ido creciendo, llamando la atención de propios y extraños en cada nuevo territorio conquistado. Disparidad de opiniones entre los espectadores. La crítica más dividida que nunca, mientras el film no cesa de recibir nominaciones a los más destacados galardones, que en un porcentaje considerable pasan a formar parte de su abultado palmarés. Y, mientras tanto, el equipo de la película con un desconcertante empeño en sabotearse a sí mismo, suponemos que involuntariamente, aunque bien pudiera formar también parte de una estrategia un tanto kamikaze para mantener a Emilia Pérez en el epicentro del debate cinematográfico a nivel global. Sea como fuere, aquí estamos comentando al respecto.
Ahora nos adentramos en las polémicas, que empezaron bien pronto con acusaciones de apropiación y colonialismo cultural, así como de cierto exotismo antilatino, por tratarse de una producción francesa ambientada en el narcotráfico mexicano y protagonizada, precisamente, por un narco que transiciona de género de hombre a mujer. Pero antes, más distinciones: Mejor Película, Dirección y Actriz (Karla) en los Premios del Cine Europeo; Mejor Película, Comedia o Musical, Mejor Película de Habla no Inglesa, Mejor Actriz de Reparto (Zoe Saldaña) y Mejor Canción Original en los Globos de Oro; cinco galardones en los Premios Lumiére que dan los periodistas internacionales con sede en París; un Goya a la Mejor Película Europea y Mejor Película de Habla No Inglesa y Mejor Actriz de Reparto en los BAFTA de Reino Unido, ceremonia esta última celebrada este domingo. Y faltan, este mes de febrero, los César de Francia, donde aspira a doce galardones. Una locura. El colofón serán los Oscar el primer fin de semana de marzo.
El de la apropiación cultural fue el primero de los problemas a los que se enfrentó Emilia Pérez pues el argumento de este musical en español de producción francesa se centra en un jefe de un cártel mexicano que hace la transición a mujer e intenta convertirse en un modelo de virtud, ayudando a encontrar a algunos de los miles de asesinados y desaparecidos, hasta medio millón de personas en total, por culpa de la violencia del narcotráfico. El argumento ya colocó al filme en el foco principal de todas las miradas, más aún al ser su protagonista Karla Sofía Gascón, ahora ya un nombre para la posteridad al ser la primera actriz trans nominada al Oscar, como ya fue meses atrás igualmente la primera actriz trans en ganar en Cannes.
Afloraba así, principalmente en las redes sociales, una campaña de odio debido a la transexualidad de la intérprete, con algunos colectivos rechazando sus nominaciones en la categoría de Mejor Actriz. En México el sentimiento de rechazo se incrementaba hasta tal punto de convertirse poco menos que en un asunto de interés nacional también por la falta de representación mexicana en el equipo, tanto delante como detrás de las cámaras: Adriana Paz es la única autóctona del país en el elenco principal y hay que aclarar que, por cierto, casi la totalidad del rodaje tuvo lugar en localizaciones francesas.
Aquello de que vengan de fuera, desde Europa y Estados Unidos, para contarte tu propia realidad, no sentó en absoluto bien. Y la situación empeoró en torno al lenguaje, considerado por muchos como ofensivo por su falta de autenticidad. Comentadísimo para mal es el caso de Selena Gomez, estrella estadounidense de ascendencia mexicana que ejerce aquí con el clásico papel de latina impostada, en ocasiones con frases incomprensibles con un acento imposible. Esto explicaría por qué la cinta está siendo tan bien recibidas en países con otros idiomas, pero despertando tantas reticencias en los hispanohablantes.
En un nuevo episodio de controversia, a finales de enero se estrenaba en YouTube un cortometraje titulado Johanne Sacreblu, dirigido por la activista y productora mexicana Camila Aurora. Toda una parodia de Emilia Pérez que vuela cual boomerang desde México hasta Francia al contar con multitud de estereotipos de la cultura francesa como cruasanes, mimos, baguetes, ratas y un vestuario que incluye boinas, prendas a rayas y finos bigotes. La protagonista que le da título es, claro, una mujer trans que vive en un pueblo francés llamado Villa Croissant y se enamora de un hombre trans llamado Agtugo Ratatouille, islamófobo y de una familia enemiga. "Ugh... la Fgancia nauseabunda", es la primera frase de este corto de media hora que lleva ya tres millones de visualizaciones desde el 25 de enero solo en el canal oficial de su directora. Los comentarios de los espectadores son, por supuesto, un género literario en sí mismo de apasionante lectura. "En nuestros corazones, esto ganó un Oscar", dice uno de ellos con más de 60.000 pulgares arriba.
Casi al mismo tiempo, por lo que sea, Jacques Audiard decidió arrojar todavía más leña al fuego, si acaso eso fuera posible después de haber enfadado no ya a todo un país, sino prácticamente a todo un continente. Porque el director francés, quien en un momento dado pidió disculpas en la presentación de la cinta en Ciudad de México –"Si les parece escandalosa, lo siento", dijo a la prensa–, terminó dejándose llevar y regalándonos unas declaraciones escandalosas que realizó en agosto pero se conocieron recientemente, ya en plena discusión mundial sobre su película. Estas fueron sus palabras: "El español es una lengua de países emergentes, una lengua de países modestos, de pobres y de migrantes". Nada más y nada menos. Asimismo, el cineasta ha explicado en diversas ocasiones que no hizo una investigación a fondo para comprender la guerra contra el narcotráfico que afecta a México, ya que confiaba en saber lo suficiente para hacer su historia: "No quería, y no quiero ser pretencioso. Simplemente me pareció que en Emilia se plantean preguntas que creo que son universales".
Todo esto se desmadró cuando, como ya todos sabemos, aparecieron esos tristemente célebres tuits de Karla Sofía Gascón. Un giro de guion inesperado en forma de polémica internacional por una serie de antiguas publicaciones en su cuenta de X (Twitter) de contenido racista y políticamente muy incorrectos, totalmente lamentables. “Realmente creo que a muy pocos les importó nunca George Floyd, un drogata estafador, pero su muerte ha servido para volver a poner de manifiesto que hay quienes todavía consideran a los negros monos sin derechos y quiénes consideran que la policía es asesina. Todos errados”, escribió.
Otras publicaciones iban dirigidas a la comunidad musulmana, donde se refería a ellos como "moros". “Cuántas veces más la historia tendrá que expulsar a los moros de España... todavía no nos hemos dado cuenta de lo que significa esta amenaza de civilizaciones que constantemente ataca a la libertad y coherencia del individuo. No se trata de racismo, se trata del islam”, decía o “el mayor atraso de derechos está en el islamismo”, escribía en otro mensaje que ahora la ha colocado en el epicentro del huracán apenas a un mes de la entrega de los Oscar.
Incluso lanzó Gascón en 2021 unos mensajes atentando contra la diversidad que había en la gala de los Óscar de ese año. “Cada vez más los Oscar se parecen a una entrega de cine independiente y reivindicativo, no sabía si estaba viendo un festival afrokoreano, una manifestación Black Lives Matter o el 8M. Aparte una gala fea fea. Les faltó darle un premio al corto de mi primo, que es cojo”, decía. Un disparate que ha provocado un terremoto en la industria del cine como hacía tiempo no se veía. Todos opinando y la intérprete dando entrevistas para defenderse antes de decidir guardo silencio en busca de una mínima calma. Y mientras tanto, Netflix apartándola de todos los actos promocionales.
Pero no se vayan todavía, porque aún hay más. Al mismo tiempo, se ha hablado de la posibilidad de que la propia Academia de Hollywood pudiera eliminar la candidatura de Karla Sofía Gascón a Mejor Actriz debido a una polémica anterior al descubrimiento de estos viejos 'tuits', provocada por sus declaraciones contra el equipo de la película brasileña Aún estoy aquí, dirigida por Walter Salles y protagonizada por Fernanda Torres, con quien compite, como decíamos, en las categorías de Mejor Película y Mejor Película Internacional, y al que acusó de hablar mal de ella y de Emilia Pérez. "En ningún momento me habrá visto alguien hablando mal de Fernanda Torres o de su película, pero en cambio sí veo a mucha gente que trabaja en el ambiente de Fernanda Torres que hablan mal de mí y de Emilia Pérez", opinaba Karla Sofía Gascón al medio brasileño Folha de Sao Paulo, contraviniendo (o casi) las normas de la Academia de atacar a competidores.
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No han cesado tampoco, como no podría ser de otra manera, las declaraciones de Audiard durante los últimos días. "Estoy pensando en cómo está haciendo daño a los demás, en cómo está haciendo daño al equipo y a todas estas personas que trabajaron tan increíblemente duro en esta película", como Zoe Saldaña y Selena Gomez, a quien presuntamente llamó "rata rica" en una de sus antiguas publicaciones. El director expresó que en vez de asumir su culpa, Gascón se estaba "haciendo la víctima", algo que le parecía "sorprendente": "Es como si pensara que las palabras no duelen", expresó, y añadió que "es como si cayeras en un agujero, porque lo que dijo es imperdonable".
"Estoy triste. Una y otra vez, esa es la palabra porque es el sentimiento que ha estado viviendo en mi pecho desde que todo sucedió", comentó Saldaña, asegurando estar terriblemente decepcionada: "No puedo hablar por las acciones de otras personas. Todo lo que puedo dar fe es mi experiencia, y nunca en un millón de años creí que estaríamos aquí". "Parte de la magia ha desaparecido, pero elijo seguir estando orgullosa de lo que he hecho y estoy, sencillamente, agradecida. Vivo sin arrepentimiento", ha dicho este fin de semana Gomez a medios estadounidenses en el Festival de Santa Bárbara, donde por supuesto no ha habido ni rastro de Gascón.
En un mundo en el que la polémica es el pan de cada día y siempre con el debate de separar al artista de la persona presente, Emilia Pérez ha seguido recogiendo premios, como este pasado fin de semana los prestigiosos Critics Choice Awards de Los Ángeles, donde Zoe Saldaña fue distinguida como Mejor Actriz de Reparto y la cinta fue reconocida como Mejor Película de Habla no Inglesa, así como en la categoría de Mejor Canción. Demi Moore, con su papel en La Sustancia, se impuso a Karla Sofía Gascón, por supuesto también nominada. No podemos saber si florecerá alguna nueva polémica más que sumar a semejante concatenación, como tampoco podemos saber si Emilia Pérez resurgirá en las tres semanas que quedan hasta los Oscar para protagonizar el enésimo giro de guion desde los altares hasta los infiernos, de los infierno a los cielos y así en una tempestad sin fin. La película ya ha demostrado con creces su titánica resistencia, su asombrosa resiliencia para superar polémica tras polémica. Puede que, después de tanta cháchara, su mensaje sea más contundente de lo que muchos piensan y esa sea su verdadera fortaleza. En cualquier caso, ya no hay vuelta atrás, nos encaminamos al acantilado del desenlace: vayan preparando las palomitas.