IGUALDAD

La ley trans supera su primer examen en el Congreso y el PSOE se queda solo en la defensa de su enmienda sobre menores

Manifestación en defensa de la ley trans.

El trámite de la ley trans sigue su curso sin cambios significativos. El texto ha sido avalado este lunes por la Comisión de Igualdad y ha superado su primer gran examen parlamentario dejando atrás la enmienda socialista que proponía límites a la autodeterminación de género para los menores. La propuesta registrada por el PSOE a finales de octubre desenterró el hacha de guerra entre los socios de la coalición: la libre determinación ha sido siempre una línea roja para los morados, quienes acusaron a sus compañeros de "saltarse el pacto" alcanzado durante las arduas negociaciones en el seno del Gobierno. El dictamen de la ley ha cosechado 21 votos a favor, 14 en contra y una abstención.

Todos los grupos, incluido el Partido Popular, se han opuesto a la enmienda del PSOE: los socialistas se han quedado solos en la defensa de limitar el cambio registral para los menores de entre doce y dieciséis años. El PSOE proponía para este tramo de edad un aval judicial como condición necesaria para cambiar la mención registral del sexo, un planteamiento rechazado de forma unánime por las organizaciones LGTBI. La votación llega precisamente dos días después de que el colectivo saliera masivamente a las calles en protesta de la pretensión de endurecer el proyecto normativo.

La Ley para la Igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI da un paso más en un trámite que se prevé largo, a pesar de la pretensión del Ministerio de Igualdad por hacer efectiva la ley antes de que rematase el año. El texto será finalmente debatido en sesión plenaria, después de que todos los grupos lo decidieran así a propuesta de los conservadores, por lo que los plazos sufrirán alteraciones respecto a las previsiones iniciales. En ese proceso, los grupos parlamentarios podrán volver a presentar enmiendas, por lo que el texto es todavía susceptible de cambios.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha celebrado la victoria agradeciendo el trabajo de "la mayoría parlamentaria feminista que lo ha hecho posible".

Durante el debate, la diputada socialista Raquel Pedraja sacó pecho de los avances legislativos en materia de igualdad abanderados por su partido y volvió a defender la necesidad de aportar "más seguridad jurídica al plano de los menores", un argumento al que se ha aferrado su formación desde las primeras negociaciones en el Ejecutivo. "Hablamos de menores porque nos importan las infancias trans", sostuvo la parlamentaria, quien insistió en la defensa del "interés superior del menor". También reiteró la urgencia de "más seguridad" en lo que respecta a la reversibilidad, "entendiendo que se va a dar en casos excepcionales".

Sofía Castañón, diputada de Unidas Podemos, admitió que la norma "requiere toda la precisión y todo el trabajo de esta cámara", pero recordó que "lleva tiempo siendo un clamor social" que va a "mejorar la vida de muchísimas personas". La asturiana reconoció no entender que "pueda existir en este proceso retroceso alguno sobre el texto" que salió del Consejo de Ministros. "El deber que tenemos en el Parlamento es el de hacer y mejorar las leyes, no que vayan para atrás". Castañón aprovechó igualmente para denunciar el "ruido" en torno a la ley, "olvidando que estamos hablando de la vida de muchísimas personas".

La misma postura fue defendida por los aliados habituales del Gobierno: no solo han cerrado filas contra lo que consideran retrocesos en la ley, sino que la mayoría ha hecho suyas las propuestas deslizadas por los colectivos sociales. Bel Pozueta (EH Bildu) adelantó de hecho una abstención al dictamen si la ley terminaba incorporando las limitaciones planteadas por los socialistas: "No vamos a apoyar nada que conlleve ir hacia atrás en derechos, por ello realizamos un llamamiento al Grupo Socialista para que retire las enmiendas" relativas a los menores y las que "implican restringir los derechos de las personas LGTBI migrantes". La autodeterminación de género, completó Joseba Agirretxea (PNV), es un "elemento clave y básico para la vida de las personas" trans, mientras que Pilar Calvo (Junts per Catalunya) advirtió que las enmiendas del PSOE se "alejan de las recomendaciones internacionales", por lo que pidió a los socialistas que "busquen una fórmula que no retire a los menores la confianza de que son capaces de autodeterminarse".

La derecha, por su parte, cargó contra un proyecto que consideran inconstitucional. "Esta ley se basa en una gran mentira que trata de abolir la realidad sobre el ser humano", lanzó la diputada ultra Lourdes Méndez. Del lado de los conservadores, María Jesús Moro tachó la ley de "mal texto", confeccionado con "prisas y atropellos injustificados", con una "técnica jurídica deficiente" y sin "consenso social ni político".

El aplauso de los colectivos

Tras una sesión de más de tres horas, el dictamen a la ley prosperó. Y los colectivos aplaudieron: la Federación Estatal LGTBI celebró que la ley haya superado la prueba "sin recortes a los derechos de los menores, ni de las personas migrantes", mientras que la Plataforma Trans afirmó que "se va despejando el camino para la igualdad de las personas trans".

Uge Sangil, presidenta de la FELGTBI, subrayó en un comunicado que el paso andado este lunes es "esencial para lograr los derechos de las personas trans y es mérito del activismo y de la unidad del colectivo", especialmente "tras años de lucha, esfuerzo y reivindicaciones". La aprobación definitiva de la ley, añadió, supondrá un "avance hacia la cabeza de los estados más respetuosos con los derechos LGTBI y hacia una de las legislaciones más completas en esta materia a nivel internacional”.

La líder de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé, elogió a las puertas del Congreso el resultado de la votación parlamentaria y calificó de "un éxito que se hayan tumbado enmiendas que venían a restringir derechos". La activista agradeció "el gran trabajo de todos los grupos políticos" y reconoció la labor del "movimiento social y asociativo que ha trabajado desde los despachos y desde las calles". España, asintió desde la escalinata de los leones, "pasará a ser un referente europeo en la garantía de derechos para las personas trans".

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